Imagen 1. Personajes de PcVoz 8.0, un Traductor de Textos Escritos en Habla.
Sirve de lector de pantalla.
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¿ Qué es la lectura fluida ?
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Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua 1, si consultamos la palabra "fluido" encontramos:
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fluido, da.
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1. adj. Se dice de las sustancias en estado líquido o gaseoso. U. t. c. s. m.
2. adj. Dicho del lenguaje o del estilo: Corriente y fácil.
3. adj. Econ. Dicho de un factor económico: Fácil de manejar.
4. m. Corriente eléctrica.
5. m. Biol. Cada uno de los agentes hipotéticos que admitían algunos fisiólogos; p. ej., el fluido nervioso y el magnético animal.
~s elásticos.
1. m. pl. Fís. Cuerpos gaseosos.
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Lectura fluida vendría a ser lectura corriente y fácil. Todos entendemos qué se quiere decir con eso. Sin embargo poco se dice con ello de la naturaleza de esa lectura. Queremos precisar un poco más lo que hace que la lectura sea fluida. Esto es importante, no sólo para estudiar la lectura, sino para estudiar el habla de los niños autistas, que con frecuencia suele calificarse de habla extraña, robótica. Nos referimos al problema de la insuficiencia prosódica.
Uno de los contrastes más sorprendentes de ciertos niños autistas es la gran riqueza dramática con que pueden expresar muestras de habla ajenas, y la pobreza expresiva en enunciados originales, producidos "ex novo". En el lenguaje ecolálico no se pierde ni uno sólo de los matices expresivos del habla de los personajes que imitan, de cuentos o películas infantiles. En cambio, cuando se les enseña a producir lenguaje propio original, desciende la riqueza prosódica de su habla. Enseñamos al niño a producir lenguaje original, pero no le enseñamos a fomentar la riqueza prosódica de sus enunciados orales. No suele corregirse esa insuficiencia; no con la constancia con que se corrigen errores en la pronunciación de los fonemas, sílabas, palabras y oraciones.
¿ Cuáles son los requisitos para que la lectura sea fluida ? Si observamos con atención, la lectura en voz alta no se distingue del habla, siempre y cuando estén igualados los niveles de riqueza prosódica. Si hacemos un sencillo experimento mental podemos comprobarlo: Pensemos en dos sujetos que no pueden verse, pero sí oírse. El primero pregunta: ¿ qué es el oro ? El segundo, como respuesta, lee la definición del oro como un lector experto. Repetimos el experimento en idénticas condiciones, salvo que el segundo sujeto ha memorizado previamente esa definición, y la dice ahora sin lectura alguna. Para el sujeto que ha formulado las preguntas, resultaría imposible saber qué respuesta ha sido leída y cuál no, a pesar de que hay una distinción fundamental en ambas e idénticas respuestas, pues en una de ellas ha intervenido el analizador visual para convertir las letras en fonemas, mientras que al darse la respuesta de memoria, no. Otra evidencia de que la exactitud prosódica de un enunciado oral no ha de surgir necesariamente como expresión de un estado emocional interno, es la capacidad de simular un estado anímico imprimiendo la prosodia adecuada a un enunciado. También puede simularse una actitud, preguntando, por ejemplo, algo cuya respuesta se conoce de antemano. Si esto es así, aún en el caso de una insuficiente, o poca desarrollada capacidad de incorporar rasgos prosódicos a un enunciado, de modo inconsciente, sería posible enseñar esa habilidad aunque el niño tuviera que ejercitarla de modo consciente y voluntario. Pero esto no sería sólo la enseñanza de una técnica dramática, como la que aprenden los actores de teatro, sino el desarrollo de un nuevo sistema funcional complejo. El de mejorar la expresividad del habla.
Los estudios sobre lectores automáticos de textos escritos para convertirlos en textos hablados, como por ejemplo, el PcVoz 8.0, pueden ayudarnos a analizar los factores esenciales a tener en cuenta para poder restituir los fenómenos fonéticos (melodía, acento, entonación, pausas y ritmo)1, que afectan a los elementos suprasegmentales de un texto escrito (sílaba, palabra, sintagma, oración, párrafo, texto). Ésto, que en la lectura es restitución, en el habla sería un complemento necesario, un grado más en el desarrollo expresivo del habla.
A pesar que son operaciones distintas la expresividad en la lectura y en el habla, tienen en común que consisten en incorporar idénticos fenómenos fonéticos a los elementos suprasegmentales. El habla tiene una consistencia oral, mientras que la lectura debe reponer toda la sustancia fónica de la que han sido despojados los vocablos. Los segmentos (fonemas) y los suprasegmentos (sílabas, palabras, oraciones...) tienen que recuperar su forma sonora.
En base a la semejanza han de ser útiles a ambos campos, lectura y habla, lo que pueda aprenderse, por separado, en cada uno de ellos. Nosotros hemos elegido estudiar primero la lectura, tratando de saber con qué problemas se encuentran los ingenieros, y cómo diseñan los sintetizadores que transforman textos escritos en textos hablados. Para acercarnos a contemplar la complejidad de ese proceso de restitución de los fenómenos fonéticos, latentes en un texto escrito, hasta transformarlo en un texto oral bien formado, tomaremos, a modo de ejemplo, el artículo:
MODELADO Y ESTIMACIÓN DE LA PROSODIA MEDIANTE RAZONAMIENTO BASADO ... EN CASOS 2 , de Ignasi Iriondo et al.
Este artículo trata de producir un método general, para modelar y predecir el ropaje prosódico adecuado que correspondería a cualquier texto escrito, de modo que la lectura automática se aproximara todo lo posible a una lectura experta humana. Hay otros autores que tratan de obtener lectores automáticos de textos por procedimientos distintos, y no hemos elegido este porque haya dado una solución mejor, o peor, al problema planteado, sino porque ilustra suficientemente bien las grandes dificultades de un proyecto de esta naturaleza, y porque destaca con claridad cuáles son las operaciones concretas que han de emprenderse para resolver la tarea planteada.
Como esta es una materia, Lenguaje Automático, que exige cierta formación especializada, y aunque el artículo es claro en su exposición y no demasiado largo, pondré aquellas aclaraciones necesarias para hacerlo de más fácil lectura a aquellos lectores, que como yo, tenemos que hacer un esfuerzo para enterarnos del significado del léxico especializado, y en suma, tratar de alcanzar una comprensión suficiente de lo que los autores dicen, al menos, suficiente para nuestro propósito, que no es otro que el de averiguar con qué dificultades se tropieza un niño para dar la entonación adecuada a la lectura; saber qué componentes y operaciones son los que, añadidos a una lectura no fluida, la transforman en fluida. No aspiramos a conocerlos todos, ni tampoco consideramos que todos los procedimientos de una lectura automática hayan de estar presentes en los procedimientos que ejecuta un lector experto, pero creo que el estudio de esos sistemas automáticos sí que pueden ayudarnos a destacar la complejidad de la lectura experta, y hacer más explícitos algunos de los procedimientos necesarios para alcanzar una lectura fluida.
Según nos dicen los autores: El principal objetivo es conseguir un método común para predecir los 3 rasgos prosódicos principales: la curva de frecuencia fundamental (F0), la duración segmental y la intensidad. El método que emplean, sigue un proceso dividido en tres partes bien diferenciadas: a) transcripción fonética, b) etiquetado de los fonemas para determinar su duración e intensidad, y de los grupos acentuales (GAs) para determinar su frecuencia fundamental, c) codificación. El artículo de Joaquim Llisterri, Transcripción, etiquetado y codificación de corpus orales 3, trata con profundidad este asunto.
Vamos a observar estas tres partes por separado y ver si puede servirnos para mejorar nuestra idea de la lectura:
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1. Transcripción.
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Tiene una primera parte de análisis lingüístico que consiste en obtener la división y análisis del texto por cinco procedimientos distintos dando lugar a cinco grupos de fragmentos: a) frases delimitadas por signos de puntuación, b) grupos acentuales que contienen sílabas átonas y una sóla sílaba tónica en posición final, c) palabras, d) sílabas, e) fonemas.
Un niño cuando lee también ha de realizar tareas de división y análisis del texto escrito, pero en la medida en que las únicas divisiónes que existen están originadas por espacios en blanco, o si se quiere expresar de otro modo, por la mayor o menor distancia que guardan las letras entre sí. Dando por supuesto que el niño reconoce cada una de las letras, y sabe qué fonema asociado le corresponde, y que, además, reconoce la clave de los espacios en blanco para distinguir las letras que pertenecen a una palabra y no a otra, es evidente que no hay marcas en el texto que le permitan dividir las palabras en sílabas, pues esto debe hacerse mediante la aplicación de reglas. El producto de la división de una palabras en sílabas es una agrupación virtual de letras, una agrupación que requiere la capacidad de reconocer ópticamente cada letra y su fonema asociado y la capacidad de agrupar letras de un modo virtual. Para ello es necesario tener la capacidad de percibir simultáneamente más de una letra. Esta capacidad está ausente en determinados sujetos. Otras dificultades pueden afectar este nivel de la lectura como la "amnesia literal", que consiste en el olvido del significado sonoro de la letra, la pérdida o inestabilidad en el vínculo de unión entre un grafema y un fonema, entre cada letra y su sonido correspondiente. Luria incluía este fenómeno dentro de los síntomas de las alexias visuales literales, indicando que esta amnesia literal
constituye la forma más absoluta de pérdida de los grafemas. El paciente no sólo es incapaz de leer las letras que se le presentan, sino que es incapaz de identificar la misma letra cuando es escrita en un estilo caligráfico distinto o en tipos de imprenta diferentes. Confunde las letras basándose en rasgos secundarios. Hemos observado varios de estos pacientes. En todos los casos este síntoma formaba parte de un síndrome mayor que implicaba finos trastornos viso-gnósicos. Todos los pacientes eran capaces de compensar este defecto trazando manual o visualmente los bordes de las letras, incorporando así un componente cinestésico al proceso perceptivo. En esta dirección tienen un ejemplo para comprender los efectos que producen los movimientos de los dedos como guía de los movimientos oculares, mejorándolos manifiestamente,
http://www.aeg.es/lectura/04_01.html . (Este método de lectura
no es adecuado para todos los sujetos adultos con dificultades lectoras. Especialmente, no todas las recomendaciones son adecuadas a niños con dificultades de lectura. Así que no es un método recomendado para la rehabilitación de todos los niños disléxicos o con alexia. No obstante es una presentación muy atractiva para dar una idea muy general y con carácter divulgativo del proceso de la lectura.)Ejemplo de transcripción, y división con diversos criterios.
No hace muchos años que de un lugar de Extremadura salió un hidalgo nacido de padres nobles, el cual como un otro pródigo, por diversas partes de España, Italia y Flandes anduvo gastando así los años como la hacienda. Y al fin de muchas peregrinaciones (muertos ya sus padres, y gastado su patrimonio) vino a parar a la gran ciudad de Sevilla donde halló ocasión muy bastante, para acabar de consumir lo poco que le quedaba. 4
a) División por frases delimitadas por signos de puntuación:
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1. [ No hace muchos años que de un lugar de Extremadura salió un hidalgo nacido de padres
nobles, ]
2. [el cual como un otro pródigo,]
3. [por diversas partes de España,]
4. [Italia y Flandes anduvo gastando así los años como la hacienda.]
5. [Y al fin de muchas peregrinaciones ( ]
6. [muertos ya sus padres,]
7. [y gastado su patrimonio)]
8. [vino a parar a la gran ciudad de Sevilla donde halló ocasión muy bastante,]
9. [para acabar de consumir lo poco que le quedaba.]
b) Delimitación por grupos acentuales (GA):
No hace muchos años que de un lugar de Extremadura salió un hidalgo nacido de padres nobles, el cual como un otro pródigo, por diversas partes de España, Italia y Flandes anduvo gastando así los años como la hacienda.
[ no 'a ][ θe 'mu ] [t∫os 'a ][ ños ke ðe wn lu 'γar ][ ðe eks tre ma 'ðu ][ ra sa 'ljo ][ wn i 'ðal ][γo na 'θi ][ ðo ðe 'pa ][ ðrez 'no ][ βles el 'kwal ][ 'ko ]mo wn 'o ][tro 'pro ][ði γo ' ][por ði ' ][ βer sas 'par ][tez ðe es 'pa ][ ña i 'ta ][ lja i 'flaN ][ des aN 'du ][ βo γas 'taN ][ do a 'si ][ los 'a ][ ños 'ko ][ mo la a 'θjeN][ da ?] 4.
c) División del texto en palabras. [no][hace][muchos]...
d) División del texto en sílabas. [no][ha][ce]...
e) División del texto en fonemas. [n][o][a]...
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2. Etiquetado.
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El primer paso suele ser la transcripción ortográfica, que en determinado tipo de corpus se acompaña de una transcripción fonética o fonológica. A continuación, a cada segmento de la onda sonora se le asocia una etiqueta que lo define en términos fonéticos o fonológicos (labelling) y se lleva a cabo la alineación (alignement) entre la señal sonora y las etiquetas, obteniendo una representación que puede compararse a la partitura musical de una obra para voz y orquesta. ( Joaquim Llisterri, Apartado 5, Transcripción, etiquetado y codificación de corpus orales 3 .)
Ahora , volviendo al artículo MODELADO Y ESTIMACIÓN DE LA PROSODIA MEDIANTE RAZONAMIENTO BASADO EN CASOS, observamos los atributos que han sido tenidos en cuenta para determinar la duración en milisegundos de cada uno de los fonemas que componen el texto escrito.
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Tabla 1. Características prosódicas para duración del fonema.
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Etiqueta................................ Atributo..............................Tipo
F0.................................Fonema anterior.............................D
F1................................ Fonema actual................................D
F2................................ Fonema siguiente.............................D
ACENTUADO.................... Fonema acentuado............................B
GA-en-GE........................Posición de GA en GE.........................D
FON-en-GE.......................Posición de FON en GE.......................D
DURACION.......................Duración del fonema en ms..................N
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(Continuará)
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Bibliografía.
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