Determinadas lesiones cerebrales provocan un síndrome conocido como "de la mano ajena", que consiste en que el paciente llega a sentir una de sus manos totalmente descontrolada, hasta el punto que sus acciones y movimientos, de esa mano, no se deben a la voluntad del sujeto, e incluso les llega a parecer que se mueve por la voluntad de "otro ser". Como si estuviera "poseída". Esta explicación resuelve a los ojos del paciente, usando claves culturales, lo que de otro modo le resulta completamente inexplicable. Sin embargo, no todas las acciones y movimientos de esa mano hay que interpretarla en términos funcionales, y aunque a veces, esa mano realice actos llenos de sentido como ir desabrochando los botones de la camisa que la mano que sí responde a la voluntad del sujeto va abotonando, no significa que el sentido del acto venga dado por un acto consciente y voluntario del sujeto ni de ningún ser del más allá.
Es un caso poco frecuente. En la dirección siguiente hay un caso originado por un daño fronto-calloso. La dirección es : UN CASO DE SÍNDROME DE MANO AJENA FRONTO-CALLOSO . Hay también casos que presentan este síndrome en lesiones córtico-basales: http://www.scn.es/cursos/tmovimiento/CAPITULO_VII.htm .
Verán que en el primer caso que presentamos, la persona llegaba a producirse lesiones con esa mano "ajena".
Hay otras lesiones cerebrales o situaciones en que el sujeto ve alterada la conciencia de su propio esquema corporal: https://masters.oaid.uab.es/nnc/html/entidades/web/13cap/c13.html .
Estos casos deben servirnos para ampliar nuestros propios puntos de vista a la hora de juzgar e interpretar determinadas conductas autolesivas en niños autistas.
Parece que esa falta de reconocimiento del esquema general del propio cuerpo, completo y detallado, la padecen los gatos cuando se miran al espejo o los perros cuando dan vueltas sobre sí mismo queriéndose morder la cola.
Parece ser que los perros pueden tener el síndrome de la pata ajena:
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