martes, julio 14, 2009

Sobre la ecolalia II. Un asunto de suma importancia y plena actualidad para la rehabilitación del lenguaje.

Judith A. Cooper
Mabel L. Rice
Catherine Lord
Carol Stoen-Gammon
Rebecca Landa
Paul Yoder
Rhea Paul
Amy M. Wetherby
Sally Rogers
Helen Tager-Flusberg

Ha querido el azar que después de editar Sobre la ecolalia I , me enterase de la publicación del artículo Language Benchmarks in Children with Autism Spectrum Disorders de Helen Tager-Flusberg et al., en http://www.nidcd.nih.gov/funding/programs/vsl/language_benchmarks.htm

Espero poder ofrecerles pronto una mejor traducción al español de Language Benchmarks in Children with ASD que la que se obtiene pinchando en el siguiente enlace: [ Traducir esta página ]. Para eso he recurrido al buen hacer de Anabel Cornago, por lo que aprovecho para darle las gracias por su interés.

El artículo de Helen Tager-Flusberg et al., tiene un epígrafe titulado precisamente Imitación/Echolalia. Así que era obligado hacer algunos comentarios al texto elaborado por los más destacados estudiosos norteamericanos sobre trastornos de la comunicación. Estos autores han sido seleccionados por el National Institute on Deafness and Other Communication Disorders (Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación).

La oportunidad de comentar el trabajo de Helen Tager-Flusberg et al., no debe limitarse al fenómeno de la ecolalia y debe extenderse también a las técnicas sugeridas para determinar el nivel de desarrollo del lenguaje expresivo de un niño con diagnóstico de autismo, trastorno generalizado del desarrollo no especificado o Síndrome de Asperger. A nuestro entender hay importantes limitaciones en el documento. Esas limitaciones no son fortuitas y proceden de la particular concepción de este grupo sobre el desarrollo del lenguaje y sobre la más amplia categoría de lenguaje. Ofrecen una visión parcial y limitada para la evaluación del lenguaje. Esta parcialidad en los métodos de evaluación, puede, a su vez, limitar la rehabilitación del lenguaje. Esto es lo que pretendemos demostrar.

Este ejercicio crítico podría ser considerado un mero ejercicio academicista, con el agravante, que, al comparar los méritos académicos de tan ilustres autores con los míos, resulta tan inclinada la balanza a su favor, que después de rebuscar entre los títulos que no tengo, he venido a refugiarme en uno de los diálogos de Platón, que por boca de Sócrates hace a Fedro este reproche: Amigo mío, los sacerdotes del santuario de Zeus en Dodona decían que los primeros oráculos salieron de una encina. Los hombres de otro tiempo, que no tenían la sabiduría de los modernos, en su sencillez aceptaban escuchar a una encina o a una piedra, con tal que la piedra o la encina dijesen verdad. Pero tú necesitas saber el nombre y el país del que habla, y no te basta examinar si lo que dice es verdadero o falso. Enderezado el ánimo con las palabras siempre sabias de Platón, y con la esperanza de que, si no llego a piedra o encina, me libre la benevolencia de los lectores de parecer pedrusco o bellota, arremetamos lanza en ristre, y sin adarga que nos proteja, contra algunos desvaríos del texto antes que arraigen en las fértiles mentes de mi patria y encontremos pronto por todos lados, muestras de lenguaje natural del tamaño de sandías sin considerar antes si esos frutos pueden siempre reflejar verdaderamente el lenguaje expresivo del niño. Por eso, y para evitar que todas las recomendaciones del artículo de Helen Tager-Fluberg et al., se conviertan en una real pragmática, sin estar sus razones suficientemente motivadas, ni sus beneficios esclarecidos, hagamos antes las objeciones que fueren menester para que ninguno diga no estar avisado.

Pero qué mejor gesto de cortesía, y de reconocimiento al esfuerzo del NIDCD y de los autores que darlos a conocer a nuestros lectores, con independencia de las críticas que luego vayamos a formular. Algunos de estos autores están especializados precisamente en niños pequeños, por lo que acercaremos a lectores que estén especialmente interesados en esas edades, a estos autores norteamericanos y a sus textos y presentaciones en ppt.

Helen Tager-Flusberg,
Ph.D. Director and Principal Investigator Professor, Department of Anatomy and Neurobiology, BUSM Professor, Department of Psychology, Boston University
Ph.D. 1978 Experimental Psychology, Harvard University
Rebecca Landa,
Ph.D., CCC-SLP Director of the Center for Autism and Related Disorders and of the REACH research program, Kennedy Krieger InstituteDr. Rebecca Landa is the Director of the Center for Autism and Related Disorders (CARD) and the REACH research program at Kennedy Krieger Institute. She is also an Associate Professor of Psychiatry at the Johns Hopkins University School of Medicine.

Sally J. Rogers,
Ph.D., ProfessorDepartment of Psychiatry and Behavioral Sciences

Amy M. Wetherby,
Ph.D., CCC-SLP Professor: Department of Clinical SciencesLaurel Schendel Professor: Department of Communication DisordersDirector: Autism Institute in the College of MedicineFlorida State University, Tallahassee, Florida.
http://www.scerts.com/amy-wetherby

Rhea Paul,
Ph.D., Lecturer, Child Study Center Professor, Communication Disorders, Southern Connecticut State University
http://ziglercenter.yale.edu/people/facultypages/paul.html

Paul Yoder
Professor of Special Education
Ph.D., University of North Carolina, 1985
http://peabody.vanderbilt.edu/x5132.xml

Carol Stoel-Gammon,
Ph.D. Professor Prespeech development Early phonological development Cross linguistic studies of phonolgical acquisition
http://depts.washington.edu/sphsc/stoel_gammon.htm

Catherine Lord,
Ph.D. is the director of the University of Michigan Autism and Communication Disorders Center (UMACC), a professor of psychology and psychiatry at the same institution, and a Senor Research Professor at the Center for Human Growth and Development. She completed degrees in psychology at UCLA and Harvard, and a clinical internship at Division TEACCH at the University of North Carolina at Chapel Hill. Dr. Lord is a licensed clinical psychologist with specialties in diagnosis, social and communication development and intervention in autism spectrum disorders (ASD). She is renowned for her work in longitudinal studies of social and communicative development in ASD. She has also been involved in the development of standardized diagnostic instruments for ASD with colleagues from the United Kingdom and the United States (the Autism Diagnostic Observation Schedule (ADOS) an observational scale; and the Autism Diagnostic Interview – Revised (ADI-R) a parent interview), now considered the gold standard for research diagnoses all over the world.

Mabel L. Rice
is an international authority on language disorders in children and the genetics of language acquisition. In 2001, she was a Japan Society Fellow. In 2000, she was recognized as a Haydn Williams Fellow in Australia. She has been a visiting scientist at the Center for Cognitive Science at MIT, the Harvard Graduate School of Education, the Institut fur Linguistik at the University of Potsdam in Germany, and the Hopital de la Salpetriere in Paris. She is the former editor of the Journal of Speech, Language, and Hearing Research. At the University of Kansas, she directs the Child Language Doctoral Program, one of the first interdisciplinary programs in the country to train child-language specialists.
Dr. Judith A. Cooper
is currently Deputy Director of the National Institute on Deafness and Other Communication Disorders at the NIH. Inaddition, she serves as Director, Division of Scientific Programs,within NIDCD, and finally, she has programmatic responsibilities for the areas of language, language impairments, and language in deafindividuals. She received her B.F.A. at Southern Methodist Universityin 1971 with a major in Speech-Language Pathology, her M.S. in Speech-Language Pathology at Vanderbilt University in 1972, and her Ph.D. at the University of Washington in 1982 in Speech and HearingSciences. She was elected a Fellow of the AmericanSpeech-Language-Hearing Association in 2006 and received the Honors ofthe Association in 2007.
Termina aquí la presentación del formidable grupo de trabajo reunido por el NIDCD.

jueves, julio 09, 2009

El lenguaje de referencia en los niños con trastornos del espectro autista.


Estimados lectores:

He podido localizar y ofrecerles este documento importante, así que he corrido a publicarlo aunque la traducción al español es automática. Verán que se publica en junio de 2009 en la prestigiosa ASHA. No obstante también lo ha publicado gratis el National Institute on Deafness and Other Communication Disorders del National Institute of Healt de EE.UU, que ha financiado el proyecto.
Es un documento que recomienda más rigor al determinar las características del lenguaje de los niños entre 12 y 48 meses con diagnóstico de autismo, trastornos generalizados del desarrollo no especificados o Síndrome de Asperger. Ello permitirá, según los autores del artículo, sustituir los objetivos poco definidos de aquellos tratamientos encaminados al desarrollo del lenguaje por otros hitos más concretos en cada uno de los distintos dominios del lenguaje. Y por otro lado, tratan de normalizar los criterios de evaluación y hacerlos más rigurosos, incluyendo el estudio de muestras de habla del niño, el estudio de ejemplos de lenguaje natural. Esto es sin duda un gran avance. Esto permitirá ampliar la precisión en la elaboración de datos y la efectiva comunicación entre investigadores. Será necesario hacer un esfuerzo en el ámbito de habla hispana para que prospere ese enfoque que habrá de imponerse necesariamente. Es un primer paso importante aunque incompleto. No obstante el resultado previsible, cuando se acumulen los datos, es que no hay un trastorno del espectro autista, ni un contínuo de un idéntico trastorno de intensidad variable, sino formas diversas de correlación de diversos sistemas funcionales que alteran precisamente la relación entre lenguaje y acción y modifican o alteran la normal inclusión del lenguaje como componente esencial del resto de las funciones psicológicas sintético analíticas.
Por cierto, yo que estaba con la serie sobre la ecolalia, que pienso continuar por ser de mucho interés, ha sido excluída como muestra de habla a estudiar, como ejemplo de lenguaje natural, aduciendo que a esas edades, de 12 a 48 meses de edad, resultaba difícil distinguir entre una emisión ecolálica considerada atípica y otra típica, pues la imitación de emisiones verbales ajenas es frecuente en niños sin diagnóstico de autismo. La otra razón que dan es que no está bien definida la ecolalia demorada. Sobre este interesante asunto hablaremos en próximos artículos.
Nosotros habíamos propuesto el estudio de las muestras de habla de los niños en diversos artículos del blog, como por ejemplo, Paco "el chato". Cómo elaborar los ejercicios de lenguaje que convienen a un niño autista. y en otros. Como saben en este blog nos centramos fundamentalmente en el estudio del lenguaje como medio de intervención en las dificultades de los niños con diagnóstico de autismo, con la diferencia de no considerar el lenguaje como una función psicológica más, sino como componente del resto de las funciones psicológicas humanas. Esta es una distinción fundamental. Hay una íntima correlación del resto de las funciones psicológicas con el lenguaje. Y viceversa, del lenguaje con el resto de funciones psicológicas. Por ejemplo, hay casos de anomia, donde hay niños que no pueden nombrar objetos precisamente porque tienen deficiencias en el desarrollo del analizador visual, alterándose así las bases perceptivo visuales que subyacen en los procesos inconscientes de búsqueda y selección del nombre que corresponde a un objeto. Cuando esa base perceptivo visual no ha tenido el desarrollo adecuado, la búsqueda del nombre es infructuosa y se torna una búsqueda consciente. Corregir el lenguaje del sujeto es imposible sin corregir esas bases perceptivo visuales alteradas. En este caso el dibujo y otros ejercicios relacionados es el modo de corregir el habla del sujeto. Por eso la visión de Vigotsky, A.R.Luria, L.S.Tsvetkova y otros autores es profundamente distinta especialmente de las distintas escuelas psicológicas norteamericanas, hecho que puede comprobarse, como ya señaló A.R.Luria en su día, por el escaso número de páginas dedicadas al lenguaje en los manuales universitarios de los estudiantes de psicología en ese país y que solían ocupar el último capítulo. Que esto sigue igual puede comprobarse en el Manual de Principios de Neurociencia de Erick R. Kandell, James H Schwartz y Thomas M. Jessell, Manual de 1.319 páginas, donde se dedica al lenguaje solo 8 páginas, de la 1.169 a la 1.187. Qué duda cabe que en los EE.UU está el centro de las más importantes contribuciones al desarrollo de la lingüística, pero lenguaje y psicología han seguido desarrollos independientes y hasta contradictorios, baste recordar la polémica entre Noam Chomsky, con su teoría innata del desarrollo del lenguaje, y del empirista que desarrolló el conductismo, Burrhus Frederic Skinner. La polemica giró sobre el texto de B.F.Skinner Verbal Behavior (Conducta Verbal) publicado en 1957 y que N.Chomsky criticó duramente en 1959. Las recomendaciones del grupo de expertos que han redactado el sin duda influyente artículo de más abajo siguen considerando el lenguaje como una función psicológica independiente y dan a su estudio un sesgo de análisis lingüístico que, aunque supone un progreso, dista mucho de comprender la verdadera esencia del problema. La intervención temprana es muy importante, pero considero un error establecer el límite de los 5 años, como el horizonte de intervenciones efectivas en orden al pronóstico. Hay casos en que determinados tratamientos han de realizarse, o completarse, con el auxilio de la lectura y la escritura, por ejemplo, por la naturaleza de las dificultades básicas del niño, y por lo tanto, si bien es cierto que la intervención temprana mejora el pronóstico, habrá muchos casos en que la efectividad de los tratamientos solo surtirán efecto cuando se aplican en edades más avanzadas, siempre que las terapias se ajusten con precisión a la naturaleza de las necesidades del niño, necesidades que podrán manifestarse más nítidamente en edades posteriores a los 4 años. Téngase en cuenta, por ejemplo, el dato anatómico objetivo de que los lóbulos frontales alcanzan su desarrollo en edades muy posteriores. Las limitaciones en la efectividad de intervenciones tempranas antes de los 5 años no implica que en etapas posteriores la efectividad de las intervenciones haya de ser menor. La visión del lenguaje como entidad psicológica independiente del resto de las funciones psicológicas en el sentido antes aludido, contribuye a fortalecer la idea de la prevalencia de la efectividad de la intervención temprana, atendiendo predominantemente al elemento diacrónico del lenguaje, como un desarrollo a través de hitos, minorando el valor sincrónico, no sólo por la correlación entre los distintos dominios del lenguaje en un momento de ese desarrollo, correlación dinámica en continuo cambio, sino por la más general y esclarecedora correlación dinámica del lenguaje con otros sistemas funcionales. Otra limitación de la propuesta de estos autores es limitar el estudio al lenguaje expresivo, obviando lo relativo al lenguaje comprensivo, cuya corrección necesita de técnicas específicas. Pero sin duda debemos celebrar esta iniciativa como un paso adelante que impulsará la atención al perfil singular del lenguaje de cada niño. Poco a poco hila la vieja el copo.
Hoy, 13 de Agosto de 2009, hemos recibido la traducción del texto al español realizada por la Sra. Frances Vega, mamá de Fernando, del blog http://dimensionautismo.blogspot.com/ y cuya web es http://www.viviendoenotradimension.com/ , a la que damos las gracias por haber atendido la petición de Anabel Cornago, del blog http://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com/. Gracias a tí también, Anabel, por tu gestión.

martes, julio 07, 2009

Sobre la ecolalia I

Pájaro lira
La palabra ecolalia (el término usado en países de habla inglesa es echolalia) se deriva del griego ἠχώ que significa eco o repetir, y λαλιά (laliá) que significa balbuceo, hablar sin sentido (de origen onomatopéyico a partir del verbo λαλέω (laléo) que significa hablar.
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El eco
El eco es un fenómeno relacionado con la reflexión del sonido. La señal acústica original se ha extinguido, pero aún devuelve sonido en forma de onda reflejada. Se produce eco cuando la onda sonora se refleja perpendicularmente en una pared. Para que se produzca eco, la superficie reflectante debe estar separada del foco sonoro una determinada distancia: 17 m para sonidos musicales y 11,34 m para sonidos secos (palabra), lo que se debe a la persistencia acústica.
El oído puede distinguir separadamente sensaciones que estén por encima del tiempo de persistencia acústica, que es 0,1 s para sonidos musicales y 0,07 s para sonidos secos (palabra). Por tanto, si el oído capta un sonido directo y, después de los tiempos de persistencia especificados, capta el sonido reflejado, se apreciará el efecto del eco.
Como curiosidad, pese a que se dice que el graznido de los patos no tiene eco, se ha demostrado que si lo tiene. A su vez, por la frecuencia del aullido del lobo, este no lo produce.[1]
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Eco en la mitología griega

Quizás los griegos trataron de explicar este fenómeno, no sólo el físico, pues el eco es algo que descubren los niños pronto, y quién no ha jugado, cuando el momento y el lugar son adecuados, a experimentar el fenómeno del eco. Sin duda los griegos debieron observar personas que repetían las palabras y frases de los demás de modo involuntario. Debieron darle suficiente importancia a este fenómeno, para recogerlo en sus mitos.

Eco (en griego antiguo Ηχώ Êkhố) es, en la mitología griega, una oréade (ninfa de la montaña) del monte Helicón, que amaba su propia voz. Fue criada por ninfas y educada por las Musas. Parece que hay dos versiones sobre la historia de Eco.

El mito de Eco y Narciso

La bella y joven Eco era una ninfa que de su boca salían las palabras más bellas jamás nombradas y las palabras ordinarias también se oían de forma mas placentera, esto molestaba a Hera, de forma que su marido, Zeus, pudiese cortejar a otras ninfas. Cuando Hera descubrió el engaño, castigó a la locuaz Eco quitándole la voz y obligándola a repetir lo que decían los demás. Incapaz de tomar la iniciativa en una conversación, limitada sólo a repetir las palabras ajenas, Eco se apartó del trato humano. Retirada en el campo, Eco se enamoró del hermoso pastor Narciso, hijo de la ninfa Liríope de Tespia y del dios-río Céfiso. Sin embargo, el vanidoso joven no tenía corazón, la consideró loca y la ignoró totalmente. Con el corazón roto, pasó el resto de su vida en cañadas solitarias, suspirando por el amor que nunca conoció, debilitándose y adelgazando, hasta que sólo quedó su voz. Luego un muchacho que también se había enamorado de Eco oró a los dioses, pidiendo que éste sufriera un deseo no correspondido, como el que había hecho sufrir a otros. La oración fue respondida por Némesis, la que arruina a los soberbios, quien maldijo a Narciso a enamorarse de su propio reflejo. El joven terminó muriendo de desamor y bajó al Inframundo donde fue atormentado para siempre por su propio reflejo en el río Estigia.

El mito de Eco y Pan

Alternativamente, Eco era una ninfa que cantaba y bailaba muy bien y desdeñaba el amor de todos los hombres. Esto enfureció al lujurioso Pan, que ordenó a sus seguidores matarla. Eco fue descuartizada y esparcida por toda la Tierra. Gea recibió los trozos de Eco, cuya voz permanece repitiendo las últimas palabras de los demás. En algunas versiones, Eco y Pan tenían dos hijos, Yambe y Lince.

Hay diferencias entre las dos versiones. En la primera versión a Eco la castigaron a quitarle su propia voz y fue obligada a repetir lo que decían los demás. En la otra versión nos dicen que era incapaz de tomar la iniciativa en una conversación, limitada sólo a repetir las últimas palabras de los demás.

Esta distinción, entre repetir todas las palabras que decían los demás, o limitarse a repetir solo las últimas palabras, es una distinción que tiene vigencia, pues hay diversos desórdenes neurológicos donde se dan ambos tipos de repeticiones, al que habría que añadir un tercero en las que el sujeto repite las palabras propias o partes de ella, como sílabas, debido a fenómenos de inercia articulatoria cuyo origen está en el propio sujeto. La ecolalia aparece en determinada etapa del desarrollo de algunos niños con diagnóstico de autismo y diversos autores consideran que generalmente es una buena señal precursora del desarrollo del habla .

Repetición de sonidos ajenos en el reino animal

Por los fenómenos observables, parece que debemos convenir que esa capacidad de repetir voces o sonidos ajenos no es algo exclusivo de la especie humana.

Podemos ver lo que hace el extraordinario pájaro lira en el siguiente vídeo.




Más conocida es esa capacidad en los loros. Incluso verán aquí dos patrióticos loros venezolanos.




Parece que puede haber otros ecos, estos del más allá: