La Bourguette: autogestión asistida para vivir bien en libertad.
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Frente a las terribles imágenes del reportaje de Informe Semanal que nos ofreció una muestra real completamente abominable de lo que hoy pasa y que, como no podía ser de otro modo, había de herir la sensibilidad hasta de una piedra, y con mucha mayor razón, la de las madres de niños con diagnóstico de autismo, quiero traer aquí otros modos de entender la vida, lejos de modelos tutoriales-asistenciales-manicomiales y megalómanas ciudades autistas donde los millones de euros de todos los españoles, ¡ay, los euros!, pueden ir a parar Dios sabe dónde.
Si navega Vd., querido lector, por la siguiente página web http://www.bourguette-autisme.org/fr/ , verá que lo que diferencia las imágenes de La Bourguette de las imágenes del reportaje de Informe Semanal, es que las de La Bourguette son una exaltación de la vida mientras que la de Informe Semanal lo son de la muerte: sujetos reducidos a una mínima expresión personal; atención centrada en la satisfacción de las más perentorias necesidades... Eso es lo que muestran las imágenes, con independencia del mayor de los respetos que nos merecen todas las personas que aparecen en el reportaje. Estoy convencido que tanto ellos como sus familias han de ser personas entrañables, pero las imágenes no han mostrado los momentos más felices de sus vidas ni permiten una visión esperanzadora, y es a esas imágenes sesgadas a las que dirijo mis críticas. No me ha gustado el trabajo del guionista ni de la revisora del guión, la Sra. Alicia G. Montano, experimentada periodista que en 2006 publicó un libro de título sugerente: La manipulación en la televisión.
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No somos sin embargo tan ingenuos para no comprender que todo el reportaje de Informe Semanal es un montaje. Por montaje entendemos la parte posterior al rodaje. Tanto el rodaje, es decir, la selección de imágenes rodadas para su posterior edición, como el montaje, es decir, la ordenación de esas imágenes y la duración de sus escenas y planos, responden a un guión. Ese guión quedaba bien resumido en el título: Vidas en el silencio. Otras personas han confundido el título original por el de Voces en el silencio, puesen el reportaje, no se muestran apenas signos de la personalidad, ni siquiera el de sus opiniones, de las opiniones de los sujetos autistas. Un mundo desolador de completa dependencia es lo que vemos.
Cinco son las entidades que aparecen subtituladas en el reportaje: Centro Pauta, Centro CEPRI, Asociación Nuevo Horizonte, Instituto Provincial de Psiquiatría, Coordinadora del Programa para Autistas del Hospital Gregorio Marañón.
En la parte técnica del reportaje: Guión: Javier Giménez Bas. Guión Revisado por Alicia G. Montano. Realización: Carlos López. Imagen y Sonido: Marcelo Illán y Juan Lage. Montaje: Emilio Pajares.
Si técnicamente, el reportaje se ajusta a su fin, resumido en el título, creemos que es una manipulación, una completa tergiversación de lo que es el mundo del autismo, por parcial. Si comparamos el resumen del reportaje que hace el propio Informe Semanal con el contenido del guión y del montaje, comprobamos que hay omisiones notables en el reportaje, pues no hay imágenes de la atención a los niños autistas, ni por sus profesores, ni por sus padres:
"En España hay 300.000 personas con autismo, una dolencia cuyo origen todavía se desconoce y que afecta a la comunicación de las personas que lo padecen. Las personas autistas necesitan estimulación permanente y aunque no en todos los casos, muchas tienen problemas de conducta que dificultan todavía más su relación con los demás. El problema del autismo, y las dificultades que tienen las familias, se ha tratado a menudo poniendo el foco en los niños donde la administración pública centra sus esfuerzos. Pero el autismo es un trastorno que no tiene curación y por eso, Informe Semanal se fija esta semana en los adultos, en las 'Vidas en el silencio', de miles de personas que luchan por integrarse laboral y socialmente y que reivindican su derecho a ser visibles. (12/09/09)."
No solo no aparece por ningún lado la administración pública con el foco alumbrando a los niños y sus familias, sino que no llegamos a saber si es foco o candil, ni tampoco creemos que el reportaje se centre en mostrar una lucha por la integración laboral y social, sino que en repetidos pasajes se reivindica subvenciones para entidades concretas y un modelo asistencial que muchos no compartimos en absoluto. Subrayándose, eso sí, la atención psiquiátrica, atención que de ningún modo puede considerarse una atención generalizada, afortunadamente. Cuando Pemán, refiriéndose a los niños, hablaba de esos locos bajitos, empleaba una metáfora que algunos, interesadamente, quieren tomar al pie de la letra.
Precisamente porque hay otros modelos de vida hemos querido hoy traer aquí el ejemplo de La Bourguette . Un modelo basado en el trabajo y en la libertad, en una organización autogestionada.
La mayor de las esperanzas y el mejor de los deseos es que el porcentaje de personas dependientes disminuya precisamente con el incremento de la atención que los niños reciben ahora, que dista mucho de la atención que recibían hace treinta años en las primeras etapas de su vida en España. Por poner un ejemplo de esa diferencia baste decir que hace 30 años no existía la Educación Infantil en España, como institución educativa de carácter público y general. Hemos olvidado ya que en tiempos no lejanos el autismo era considerado una psicosis, emparentada con la esquizofrenia, y ambas, una forma de locura.
España ha sido una tierra de validos, donde muchas veces, los monarcas, para liberarse de la pesada carga de gobernar, delegaban en favoritos, que encantados asumían la carga a costa de los pingües beneficios de todo tipo que obtenían de esos cargos, para ellos mismos, familiares y amigos. De hecho la mayoría de los levantamientos insurreccionales, se produjeron contra los excesos de esos validos: a finales del siglo XIV, la aristocracia se rebeló contra el rey Juan II y contra su favorito don Álvaro de Luna; en el XV se produjeron conmociones más serias contra el rey Enrique IV y el jefe de su camarilla, don Juan de Pacheco, marqués de Villena; en el siglo XVII, el pueblo de Lisboa despedazó a Vasconcelos, el Sartorius del virrey español en Portugal, lo mismo que hizo el de Barcelona con Santa Coloma, favorito de Felipe IV. A finales del mismo siglo, bajo el reinado de Carlos II, el pueblo de Madrid se levantó contra la camarilla de la reina, compuesta de la condesa de Barlipsch y los condes de Oropesa y de Melgar, que habían impuesto un arbitrio abusivo sobre todos los comestibles que entraban en la capital y cuyo producto se distribuían entre sí. El pueblo se dirigió al Palacio Real y obligó al rey a presentarse en el balcón y a denunciar él mismo a la camarilla de la reina. Se dirigió después a los palacios de los condes de Oropesa y Melgar, saqueándolos, incendiándolos, e intentó apoderarse de sus propietarios, los cuales tuvieron, sin embargo, la suerte de escapar a costa de un destierro perpetuo. El acontecimiento que provocó el levantamiento insurreccional en el siglo XV fue el tratado alevoso que el favorito de Enrique IV, el marqués de Villena, había concluido con el rey de Francia, y en virtud del cual, Cataluña había de quedar a merced de Luis XI. La guerra de la independencia española contra el invasor francés comenzó con una insurrección popular contra la camarilla personificada entonces por don Manuel Godoy, Príncipe de la Paz, valido de Carlos IV y favorito de la reina. La revolución de 1854 comenzó con el levantamiento contra la camarilla personificada por el conde de San Luis. En los tiempos de Carlos I (1500-1558), o Carlos V, como lo llaman los alemanes, el pretexto inmediato, como de costumbre, fue suministrado por la camarilla que, bajo los auspicios del virrey, cardenal Adriano, un flamenco, exasperó a los castellanos por su rapaz insolencia, por la venta de los cargos públicos al mejor postor y por el tráfico abierto de las sentencias judiciales, originándose la guerra de la Junta Santa de Ávila. [1] Y nunca el pueblo español pudo mostrar mejor sus enormes energías creadoras que cuando se libraron de esos malos gobiernos.
Vivir bien es una buena máxima, y quizás la primera obligación moral de los que nos paseamos por este mundo. Así que los que primero deben vivir bien de los patrimonios que se generan en asociaciones y fundaciones deben ser los autistas. Vaya a resultar que haya validos viviendo a cuerpo de rey mientras que los autistas son agrupados en un cuarto y a eso llaman descanso terapéutico.
Por favor, naveguen por la web http://www.bourguette-autisme.org/fr/ . Hay muchas cosas interesantes. En La Bourguette, ellos tienen una fábrica de aceite, un restaurante y otros negocios más. Sus cuentas son auditadas, trabajan y viven en el medio rural. Y son los dueños de sus propias residencias y negocios. Quizás a alguno de ustedes pueda servirle este ejemplo que hoy les traigo, para entender que hay más de un modo de hacer las cosas.
Si cuando lea este post siente un enorme deseo de insultar, mire un minuto la señal. Digo esto por las alarmantes noticias dadas por Maite, una madre, que por editar un video clip titulado Las dos caras del autismo ha recibido furiosas amenazas de algunos partidarios de la visión sesgada del autismo del reportaje de Informe Semanal. La causa última del odio feroz hacia Maite, hasta el punto que le han deseado a su hijo Julen los peores males, procede de una ignorancia y prepotencia igual de feroces. Considerando estos validos y sus fieles seguidores que el autismo es algo cuyo nombre les pertenece en España, piensan que cualquier opinión contraria, o diferente, es una pura herejía merecedora de los peores tormentos. La palabra tea, astilla de madera impregnada en resina, que, encendida, alumbra como una vela, y que servía para prender a las brujas, se confunde en sus arcanos mentales con la más reciente tea, trastorno del espectro autista, y a cualquiera meten fuego sin ni siquiera acta de tormento. Menuda tropa.
Hoy he decidido citar un artículo curioso, para compartir con el lector un poco de la Historia de España. Contrariamente a lo que se pensaba cuando terminó la Guerra Fría, que la Historia se había acabado, parece claro que queda Historia para rato.
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